Etimológica mente, la palabra duelo proviene del latín dolus
que significa dolor, desafío o com- bate entre dos, mientras luto proviene de
lugere que quiere decir llorar. En nuestro medio, duelo y luto suelen ser
empleadas como sinónimos, aunque en realidad, duelo hace referencia a los
sentimientos subjetivos y reacciones afectivas provocados por la muerte de un
ser queri- do, mientras luto se referirá a la expresión social del comportamiento
y a las prácticas poste- riores a la pérdida .
La SECPAL en su reciente guía para familiares en duelo, lo
define como “el proceso de adap- tación que permite restablecer el equilibrio
personal y familiar roto por la muerte de un ser que- rido, caracterizado por
la aparición de pensamientos, emociones y comportamientos causados por esa
pérdida”. El manual diagnóstico de los trastornos mentales (DSM-IV-TR) lo
define como reacción a la muerte de una persona querida
Etapas del duelo
Se
distinguen tres fases bien diferenciadas que se pueden clasificar según el
momento de aparición: inmediata, intermedia y tardía, cada una de las cuales
vendría determinada por un sentimiento que sobresale por encima de los demás y
así se caracterizan. El orden de estas etapas no es rígido, de tal forma que el
sujeto podría omitir, o repetir una etapa una y otra vez, especialmente cuando
el lapso de tiempo es muy largo.
Lo
que sí debe ocurrir al finalizar, es que termine con éxito el proceso del duelo
que permite recuperar a aquellas personas que han vivido un acontecimiento
traumático. Cada individuo, de acuerdo con la magnitud de la situación, con la
personalidad previa que posea, además del apoyo de otros, llevará a cabo el
proceso de manera particular. Su terminación permite a aquellos afectados,
volver a su vida normal, reconstruyendo su cotidianidad y utilizando esa energía
Etapa Inmediata,
de Impacto o shock: Se produce tras el estrés
inicial de la muerte que dura de pocas horas a una semana después del deceso. Puede cursar
tanto con embotamiento, falta general de motivación como con liberación
emocional intensa con llantos, suspiros, parestesias y espasmos laríngeos,
sensación de irrealidad, negación o incredulidad, no siendo consciente de lo
sucedido y mostrando una conducta semiautomática.
Es el momento de los ritos sociales y familiares del
duelo que facilitan la resolución de esta fase.
Desde el punto de vista psicopatológico, la ansiedad es
la emoción predominante produciéndose igualmente un estrechamiento del campo de
la conciencia.
Etapa
Intermedia, de “repliegue” o depresiva – anhelo: aparece generalmente varias
semanas después de la pérdida y se prolonga por semanas o meses. Caracterizada
por sentimientos intensos de anhelo
por el fallecido y de gran ansiedad. Se inician síntomas depresivos, anorexia,
baja de peso, disminución de la capacidad de concentración y memoria, tristeza
y anhedonia, seguido de episodios de protesta-irritación y aislamiento.
Se
caracteriza por la aparición de una depresión reactiva con gran componente
ansioso y un intenso dolor. Inquietud, el paciente responde irritado con
facilidad y hacia las personas más próximas, médicos e incluso hacia Dios. A la
vez que presenta apatía e indiferencia. No le merece la pena nada y las cosas
que antes le provocaban interés son indiferentes e incluso odiosas.
El vivir
diario pesa como una losa y lo cotidiano le produce ya no sólo indiferencia,
sino displacer. Todo lo ve negro y la vida pierde su sentido, abandonando lo
anterior, bien actividades, ocupaciones, relaciones. El paciente se recluye en
casa, tiene la necesidad de vivir solo para el recuerdo de la persona querida y
de aquello que lo representa, así como de serle fiel con tal intensidad que
todos los momentos y acciones del día deben evocarle.
Se mezclan los sentimientos de injusticia, culpabilidad personal o compartida,
e ira, que puede expresar contra las personas y objetos que le rodean, con
anorexia, pérdida de peso, insomnio. El abuso de ansiolíticos es frecuente y a
tener siempre en cuenta por el profesional.
Hay autores que dividen esta fase en dos incorporando una fase definida por
depresión en la cual comienza el proceso de aceptación de la pérdida
despegándose progresivamente del ser querido, liberándose de las disciplinas
impuestas por la percepción constante de su imagen.
En esta fase el apoyo del medico de cabecera al que probablemente frecuente por
otros motivos, es fundamental, ya que el paciente se siente incapacitado para
pedir ayuda. Prestar el apoyo emocional necesario, facilitándole al paciente
momentos y oportunidad para que exteriorice sus emociones y preocupaciones, incluso
sus problemas sociales o económicos, facilitando su comprensión y ofreciéndole
ayuda personal o dirigiéndole a los servicios de asistencia social.
La distribución de papeles en nuestra sociedad clásica hace que esta fase sea
más llevadera por la mujer que por el hombre. El marido tras el fallecimiento
de la esposa se puede sentir incapacitado, desvalido, impotente para soportar
el peso del hogar y las obligaciones domésticas.
Los rituales socio-religiosos han
finalizado, la persona se encuentra sola ante la realidad de la pérdida y
frecuentemente con la exigencia social imperiosa de reincorporación inmediata a
su vida habitual: retorno al trabajo, cuidado de los familiares a su cargo,
etc. Durante este período el estado de ánimo es superponible al de un trastorno
depresivo.
Etapa tardía, de
“recuperación” o reorganización: Aprende a
aceptar la pérdida y el hecho de que la persona amada ya se fue. Se produce al
cabo de seis meses a un año, en donde se retorna al nivel de funcionamiento
previo siendo capaz el deudo de establecer nuevos lazos afectivos. Disminuyen
los síntomas mentales y somáticos, primero
recupera el apetito con ganancia del peso normal frecuentemente a los 6 meses,
luego reaparece la preocupación por la
apariencia física, el deseo sexual y la
interrelación social
Frecuentemente esta etapa coincide, con el primer
aniversario del deceso produciéndose en este período una intensificación
emocional en la línea de la nostalgia, tristeza, llanto, recuerdo doloroso,
etc., que duran unos días y que finalmente marcan el final del duelo.
Con relación a la duración del duelo, existen grandes
diferencias culturales aceptándose en nuestro entorno cultural que la duración
normal es aproximadamente un año.
Los aspectos de cada fase del duelo en los que hay acuerdo entre los diferentes autores, señalando cuando es necesario las diferencias entre ellos.
Determinantes en la elaboración del duelo
La vivencia de duelo es modificada por:
- La necesidad de mirar atrás y llorar por lo que se ha perdido
- La necesidad de mirar hacia adelante y explorar el mundo nuevo que emerge ante la persona
- Presiones culturales y sociales modifican cómo estas necesidades se expresan o inhiben
- La fuerza con que se expresan estas necesidades varía a lo largo del tiempo.
Factores que influyen en el curso de la reacción de
duelo:
- La personalidad del deudo
- La naturaleza de vínculo de relación
- El tipo de muerte
- Los antecedentes personales del deudo
- Las características del entorno.
ALTERACIONES EN EL DUELO
El duelo es necesario y cumple una función de adaptación a
una realidad completamente nueva para el deudo, permitiendo a este enfrentarse
y ajustarse al medio sin el desaparecido (6). El “duelo normal”, a veces
llamado “duelo no complicado”, abarca un amplio rango de senti- mientos y
conductas que son normales después de una pérdida y que han sido enumeradas por
Worden (2) (tal como se observa en la Tabla 1) las cuáles se presentarán o no a
lo largo de las fases del duelo previamente descritas, no siendo obligatoria la
existencia de todas estas manifestaciones; podrá presentarse únicamente una o varias
o incluso no existir ninguna alte- ración en alguna de estas esferas
(Cognitiva, afectiva, fisiológica y conductual). Estamos siem- pre hablando de
un duelo normal, por tanto estas alteraciones no determinarán un peor pro-
nóstico en el desarrollo del proceso, siendo más que recomendable que los
profesionales que atienden a los dolientes conozcan estas manifestaciones
pudiendo así asesorar a las personas que las presentan, aconsejándoles sobre su
adecuado manejo y otorgándoles la importancia que merecen.
Alteraciones Fisiológicas
Estas sensaciones se presentan sobre todo en la fase aguda y
aunque muchas veces se pasan por alto juegan un papel muy importante en el
proceso del duelo, debiéndose prestar a cada una de ellas la atención que
merezca en cada caso:
• Vacío en el estómago
• Opresión en el pecho y garganta
• Hipersensibilidad al ruido
• Sensación de despersonalización
• Falta de aire
• Palpitaciones
• Debilidad muscular
• Falta de energía
• Dolor de cabeza y sequedad de boca
• Aumento de la Morbi-mortalidad
El duelo es un período de crisis, un estado de choque en
todo el organismo que puede dar lugar a
complicaciones psiquiátricas y a alteraciones físicas. En unos casos
puede tratarse de alteraciones somáticas de las que la persona no se sabía portadora
y que aparecen o se agra- van durante el duelo. Otras veces, será una
descompensación, en el curso del duelo, de una enfermedad crónica previa.
Tragedia en Filipinas: Número de muertos por tifón Haiyan

El organismo prosigue con el lento recuento oficial en su
último informe publicado, en el que también indica que 3.853 personas
resultaron heridas y 77 están desaparecidas.
Las autoridades prevén que el número de muertos siga
creciendo en las próximas horas, a medida que los equipos de rescate alcancen
las zonas de más difícil acceso, y no descartan que el número final se acerque
al dado por la ONU, que estimó el número posible de muertos en unos 10.000.
El Presidente filipino, Benigno Aquino, descartó esta
posibilidad el martes por la noche en una entrevista televisiva y situó el
número de muertos entre 2.000 y 2.500.
Con los datos oficiales, el tifón Haiyan se sitúa como el
tercer desastre natural con más víctimas mortales en la historia de Filipinas.
Solo le superan las provocadas por el tsunami de 1975, que
causó entre 5.000 y 8.000 muertos en el sur de la isla de Mindanao, y las
inundaciones provocadas en 1991 por la tormenta Thelma, que mató a 5.100
habitantes en la ciudad de Ormoc, en la isla de Leyte.
En total, el Consejo indicó que hay un millón de familias, o
unos 8 millones de personas, afectadas por el tifón en unas 54 ciudades del
país.
Unas 112.000 de estas familias han sido desplazada de sus
casas por el desastre y buscan alojamiento en alguno de los 1.099 centros para
evacuados habilitados por las autoridades, añadió el organismo gubernamental.
Las autoridades estimaron ayer que unas 80.047 casas
quedaron completamente destruidas a causa de los vientos sostenidos de más de
225 kilómetros por hora y la subida del nivel del mar de hasta cuatro metros.
El Consejo situó en 4.000 millones de pesos los daños
causados por el tifón, de los cuales 360 millones fueron causados en
infraestructuras.
El Gobierno filipino cifró en 3.800 millones de pesos (unos
89,5 millones de dólares) la ayuda de 36 países y organizaciones extranjeras,
después de que la ONU instara a la comunidad internacional a enviar 301
millones de dólares a Filipinas para desarrollar la respuesta de emergencia en
los próximos seis meses.
Cadáveres por doquier
Historias desgarradoras de pérdida y supervivencia empiezan
a surgir luego de que Filipinas quedara devastada por el tifón Haiyan.
Niños caminando solos buscando a sus padres desaparecidos,
así como familias enteras que desaparecieron, son algunas de las historias más
trágicas.
El tifón Haiyan que tocó tierra el fin de semana en Vietnam
y China ha sembrado a su paso por Filipinas muerte y destrucción y al menos 10
mil personas han perdido la vida, según las autoridades locales de la
isla filipina de Leyte .
En Filipinas, dos islas del centro del archipiélago, Leyte y
Samar, se vieron especialmente afectadas.
Un hombre, Edward Guialbert, deambulaba entre los cadáveres
para recuperar conservas bajo los escombros de una casa. Más lejos, una
carnicería que por milagro quedó intacta fue saqueada por una multitud. Un
convoy de ayuda de la Cruz Roja también fue saqueado. Las fuerzas de seguridad estaban
prácticamente ausentes.
"Salva a nuestra bebé y olvídame"
En Tacloban, el tifón dejó imágenes apocalípticas, con filas
de hombres, mujeres y niños avanzando por las carreteras con la nariz cubierta
para protegerse del olor a muerte.
Faith Pelies, le pidió a su marido que la dejara.
"Salva a nuestro bebé y olvídame", le dijo desesperada al no saber
nadar. Por fortuna, Pelies y su bebé lograron salvarse.
Familias deshechas
Una mujer llamada Jenny perdió a 11 miembros de su familia,
incluyendo a su pequeña de dos años. De acuerdo a BBC, Jenny tiene ocho meses
de embarazo y la única certeza en su vida es que esta viva por hoy. "No sé
qué pasará mañana, o el día después de mañana, si podremos seguir sobreviviendo",
dijo al diario.
Evelina dijo a la BBC que ella y cuatro acompañantes
sobrevivieron gracias a que treparon a un poste y permanecieron agarrados de
este por tres o cuatro horas, mientras el nivel del agua continuaba subiendo
alrededor de ellos. Su tío no logró sobrevivir pero el resto logró nadar a un
árbol de coco, ella llevando a su pequeño de cinco años trepado a ella.
Loreta Isanan perdió a tres de sus hijas en segundos. De
ocho, quince y trece años, solo han encontrado los cuerpos de las más pequeñas.
"Ella está viva, ella está viva, fue arrojada en alguna
parte, pero ella está viva", dice Marvin Isanan acerca de su hija mayor,
quien aún tiene la esperanza de encontrarla con vida.
Jean Mae Amande, de 22 años, dijo a la agencia Reuters que
ella fue arrastrada por el agua fuera de su casa. Luego el mar la trajo de
vuelta a la orilla, donde pudo sujetarse de un árbol y más adelante alguien le
arrojó una cuerda desde un bote. "Fue un milagro que el bote estuviera
ahí", dijo Amande.
Una familia entera desaparece
Daisy Nemeth contó a CNN que su familia viajó a Filipinas
mientras ella se quedó en Hong Kong por estar embarazada. Tras el tifón,
alrededor de 30 miembros de su familia están desaparecidos.
"Es mi tío, el hermano de mi mamá, quien falta. Todos
sus hijos, su esposa, todos. Mi primo está desaparecido con sus seis hijos, que
tienen entre 9 y 19 años. Además tengo muchos, muchos otros sobrinos
desaparecidos. Pero son estos con los que tengo más cercanía y ahora no hay
donde encontrarlos", dijo Nemeth a CNN.
La Morgue de Lima
Lugar donde permanecen los cadáveres hasta su retiro por los
familiares.
Este lugra o ambiente está ubicado dentro de los dominios de
un hospital. Aquí permanecen los cadáveres de personas que demoran su retiro de
un centro hospitalario o llegaron a consecuencia de un accidente o suceso
delincuencial.
Morgue Central de Lima ......................... 328-8204
Morgue Central del Callao ..................... 453-4024
- http://es.wikipedia.org/wiki/Duelo_(psicolog%C3%ADa)
- https://www.google.com.pe/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&cad=rja&ved=0CDkQFjAC&url=http%3A%2F%2Fwww.psiquiatriasur.cl%2Fportal%2Fuploads%2F1_duelo_normal_y__patologico_en_aps.doc&ei=GgqcUuqjCJDPkQem-ICIDA&usg=AFQjCNEuEc-TE6L4hvci-xcyxDRQRg2P-A&sig2=C_0xX5DsAcJfQQt4hkHjFg&bvm=bv.57155469,d.eW0
- http://escuela.med.puc.cl/publ/arsmedica/arsmedica11/Ars13.html
- http://www.seom.org/seomcms/images/stories/recursos/sociosyprofs/documentacion/manuales/duelo/duelo08.pdf
- http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/09/actualidad/1384000015_947277.html
- http://noticias.univision.com/mundo/noticias/article/2013-11-11/historias-de-horror-desde-el-corazon-de-la-tragedia-en-filipinas#axzz2mIFhPhdb
- http://www.emol.com/noticias/internacional/2013/11/14/629620/sube-a-2357-el-numero-de-muertos-por-el-tifon-haiyan-en-filipinas.html
- http://www.deperu.com/emergencias/morgue-de-lima-y-callao-2421
Recopilación By
KRAD, Diciembre 2013
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