Los primeros auxilios psicológicos
Los PAP (primeros Auxilios Psicológicos): concepto, características
y objetivos.
Características de los PAP:
- Son inmediatas y de corta duración.
- Están dirigidas a cualquier persona impactada por un
incidente crítico.
- Su objetivo principal es proporcionar apoyo, reducir el
peligro de muerte y enlazar a la persona en crisis con los recursos de ayuda.
- Los PAP los proporciona cualquier persona suficientemente
entrenada y formada.
- Se proporcionan principalmente en el mismo lugar del
suceso.
El objetivo de nuestra intervención es “ayudar a la persona
a aceptar lo sucedido, expresar sentimientos, facilitar que busque soluciones y
apoyo social, ayudar a que recupere el nivel de funcionamiento que tenía antes
del incidente y prevenir la aparición de consecuencias negativas para su salud
mental”.
Los objetivos que
persiguen los PAP son, según Gómez-Mascaraque y Corral Torres, los siguientes:
- Proporcionar apoyo,
facilitando que la persona se sienta escuchada y comprendida, facilitando la
expresión de sentimientos y la ventilación de emociones negativas como el
miedo, la tristeza, la angustia o el enfado.
- Reducir la
mortalidad: al entender que el suceso estresor puede generar situaciones
violentas como agresiones a otras personas o a sí mismo; actuando en
consecuencia para evitarlo (desarrollar su red de apoyo informal, favorecer su
ingreso hospitalario, etc.)
- Ser el nexo de
unión con recursos de ayuda, proporcionándole información sobre los recursos
necesario y brindándole orientación sobre qué hacer y cómo hacerlo. “La
búsqueda de apoyo social será fundamental para toda persona que haya vivido un
suceso crítico, sin embargo, debemos prestar especial atención ante grupos
específicos como niños, ancianos y discapacitados”.
La formación que deben tener los profesionales para trabajar en crisis y emergencias sociales
El desarrollo de actitudes y habilidades para facilitar la
comunicación y la expresión de sentimientos va a resultar clave si nuestra
actuación persigue el alivio del sufrimiento hu- mano, a través de nuestra
intervención profesional. En muchas ocasiones, lo que necesita la persona puede
no consistir en la obtención de recurso sino, por el contrario, en una necesidad que va más allá de todo eso;
lo que nos está expresando es una demanda de tipo emocional donde poder
desahogarse y sentirse escuchada y aliviada. Además, esta actuación es
fundamental para reducir el impacto de estas situaciones de “crisis” sobre la
vida y la salud emocional de las personas y familias. Identificar estas situaciones
de crisis va a resultar fundamental como estrategia preventiva de mayores
desarreglos y va a posibilitar la canalización de todas esas emociones
negativas que están paralizando a la persona y que pueden posicionarla en una
situación grave riesgo social. El papel de Trabajador Social ante situaciones
de crisis, en el desempeño de la relación de ayuda y a través de la
implementación de primeros auxilios psicológicos, va a dar res- puesta a las
necesidades emocionales de esa persona; ayudándola a clarificar las posibilidades
que tiene y a ventilar sentimientos angustiantes.
Ojo, no se trata de iniciar
con la persona una sesión de psicoterapia. Igualmente, tampoco se trata de un
intrusismo profesional; simplemente consiste en permitir que las emociones
afloren a través de la comunicación, con el simple objetivo de proporcionar
alivio a través de la descarga y la exteriorización de las emociones, en una
interacción de ser humano a ser humano para, a partir de ahí iniciar una
intervención profesional dirigida al desarrollo y la estimulación, acompañando
y asesorando en las posibilidades de acción, dejando que tome sus propias
decisiones; y no dejar que quede atrapada en una situación paralizante de
crisis. Tras esta actuación, algunos necesitarán ayuda profesional, otros
saldrán adelante pero con algunas secuelas psicológicas y otros habrán activado
sus mecanismos de resiliencia para, a pesar del dolor sufrido, salir
fortalecidos del suceso.
CARACTERÍSTICAS DE LAS SITUACIONES DE CRISIS
- Evento Peligroso
Acontecimiento estresante, interno o externo al mundo
personal, que ocurre en el curso de la vida, y que inicia una serie de
reacciones ya sean predecibles o bien inesperados y accidentales.
Tipo de reacción subjetiva ante el evento peligroso. La
persona responde según sea su percepción del evento.
La persona se encuentra en estado de desorganización, la
tensión excitante la ha invadido, su proceso homeostático se desequilibró. La
duración será de 1 a 4 horas; puede experimentar “visión en túnel”; exceso de
actividad sin objetivo o inmovilización; alteraciones cognoscitivas, acompañado
por preocupaciones o ideas distorsionadas por los eventos. Posteriormente se
llega a un periodo de reajuste gradual y resignificación, reforzando mecanismos
de afrontamiento y adaptación.
La persona pudo haber manejado efectivamente, y durante
tiempo prolongado, la situación de emergencia, pero llega a un punto de
agotamiento en el cual no tiene más fuerza para afrontar la situación.
Un cambio repentino en el entorno de la persona provoca que
las emociones sean liberadas de manera explosiva, lo cual incapacita los
mecanismos de enfrentamiento. Como no existe un aviso previo que permita al
individuo asumir el impacto, cae en estado de choque emocional.
- Alivio en lo inmediato de los síntomas de reacción.
- Restauración de un nivel de funcionamiento CASIC mínimo: (Cognitivo, Afectivo y Somático, Interpersonal y Conductual).
- Cierta comprensión de los eventos precipitantes relevantes que condujeron al desequilibrio.
- Identificación de los recursos de ayuda y rescate que se pueden utilizar: Personales, familia, profesionales, comunidad, etcétera.
- Iniciar nuevas formas de Percibir, Pensar y Sentir lo hasta ahora sucedido.
- Desarrollar habilidades de afrontamiento efectivo, autoestima, asertividad y solución de conflictos.
- Dar seguimiento a la intervención o asegurar su atención especializada posteriormente.
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El proceso de ayuda para que las personas puedan recuperar
el equilibrio después de un incidente crítico puede tomar de 1 a 6 semanas.
Puesto que la experiencia de crisis es un periodo de alto riesgo para la
persona como para su familia, se requiere que la ayuda esté disponible de modo
inmediato y en una ubicación de fácil acceso.
El énfasis en la oportunidad se considera para reducir el
peligro de respuestas violentas y, al mismo tiempo, para potenciar la
motivación del paciente a hallar un nuevo planteamiento para afrontar las
circunstancias del suceso.
La meta de los Primeros Auxilios Psicológicos es restablecer
la homeostasis emocional. El objetivo es auxiliar a la persona a dar pasos
concretos hacia el afrontamiento de la crisis, lo cual incluye el manejo
adecuado de los sentimientos, el control de los componentes subjetivos de la
situación y comenzar el proceso de solución del problema.
COMPONENTES ESTRATÉGICOS DE LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS
1.Realizar Contacto Psicológico
Se define este primer contacto como empatía o
“sintonización” con los sentimientos y necesidades de una persona durante su
crisis.
La tarea es escuchar cómo la persona en crisis visualiza la
situación y se comunica con nosotros. Así mismo, se invita a la persona a
hablar, y a escucharse, sobre lo sucedido (los hechos) y dar cuenta de sus
reacciones (sentimientos y actitudes) ante el acontecimiento, estableciendo
lineamientos reflexivos y sentimientos encontrados.
Existen varios objetivos del primer contacto psicológico; el
primero es que la persona sienta que se le escucha, acepta, entiende y apoya;
lo que a su vez conduce a una disminución en la intensidad de sus ansiedades;
el primer contacto psicológico puede servir para reducir el dolor de estar solo
durante una crisis, pero en realidad se dirige a algo más que esto.
2. Analizar las Dimensiones del Problema
La indagación se enfoca a tres áreas: a) presente b) pasado
inmediato y c) futuro inmediato. El presente hace referencias a “qué sucedió,
cómo te sientes, qué piensas, qué puedes hacer. El pasado inmediato remite a
los acontecimientos que condujeron al estado de crisis y su indagación implica
preguntas como: “quién, qué, dónde, cuándo, cómo”; El futuro inmediato se
enfoca hacia cuáles son los eventuales riesgos para la persona, y prepararse para
las soluciones inmediatas.
3.Buscar Posibles Soluciones
Implica la identificación de un rango de soluciones
alternativas tanto para las necesidades inmediatas, como para las que pueden
dejarse para después. Esto implica llevar o “acompañar” a la persona en crisis
a generar alternativas, seguido de otras posibilidades. Una segunda cuestión es
la importancia de analizar los obstáculos para la ejecución de un plan en
particular.
4.Iniciar Pasos Concretos
Implica ayudar a la persona a ejecutar alguna acción
concreta. El objetivo es en realidad muy limitado: no es más que dar el mejor
paso próximo, dada la situación. El interventor tomará un actitud facilitadora
o directiva, según las circunstancias, en la ayuda al paciente para tratar con
la crisis.
5.Verificar el Progreso
Implica el extraer información y establecer un procedimiento
que permite el seguimiento para verificar el progreso de ayuda.
El seguimiento puede suceder mediante un encuentro
posterior, cara a cara o por teléfono o correo electrónico. El objetivo es ante
todo completar el circuito de retroalimentación o determinar si se lograron o
no las metas de los Primeros Auxilios Psicológicos: el suministro de apoyo,
reducción de la mortalidad y cumplimiento del enlace con fuentes de apoyo.
Qué hacer y Qué No hacer durante la intervención en crisis:
A) Que hacer:
- Desarrollar el sentido de escucha-responsable. Escuchar
atentamente, sintetizando brevemente los
sentimientos del afectado. Hágalo sentir que usted lo
entiende y comprende por lo que esta pasando,
esto es la empatía.
- Ser cortés, honesto y transparente; ganarse la confianza y
cooperación del afectado.
- Ser realista y objetivo.
- Favorecer la dignidad y libertad para que las víctimas trabajen
en sus problemas.
- Favorecer la confianza y seguridad.
- Estar alerta sobre las oportunidades de dar énfasis a las
cualidades y fuerzas de la persona.
- Aceptar el derecho de los afectados de sentirse así.
- Realice preguntas saludables y efectivas.
- Pida una retroalimentación para ver si está usted
comprendiendo.
B) Reglas del NO:
- No ofrecer algo que no pueda cumplir.
- No le tenga miedo al silencio, ofrezca tiempo para pensar
y sentir.
- No se sienta inútil o frustrado. Usted es importante y lo
que está haciendo vale la pena.
- No muestre ansiedad ya que ésta puede ser fácilmente
transmitida a los afectados.
- No ofrezca respuesta, más bien facilite la reflexión.
- No permita que el enojo u hostilidad de la persona lo
afecte.
- No los presione a hablar de Dios, sea comprensivo con las
creencias religiosas.
- No tenga miedo de admitir que el afectado necesita más
ayuda de la que usted le pueda brindar.
Puede referirlo a profesionales especializados (Psicólogos)
- No permita que las personas se concentren únicamente en
los aspectos negativos de la situación.
- No muestre demasiada lástima o paternalismo. Tampoco se
exprese de manera autoritaria o
impositiva. Busque un punto intermedio entre estas dos
posiciones.
- No espere que la victima funcione normalmente de
inmediato.
- No confronte a una persona en crisis si este se va asentir
amenazado.
- No insista con preguntas más allá del punto en que la
persona no desea hablar.
- No trate de interpretar las motivaciones ocultas de un
comportamiento.
- No moralice o sermonee.
- No intente progresar demasiado rápido en el proceso de
intervención en crisis.
- No considere de manera superficial las amenazas de
suicidio u homicidio.
- No aliente a alguien a hacer algo que en realidad no
quiere hacer.
Principios técnicos utilizados en los Primeros Auxilios Psicológicos:
- Escucha responsable: escuchar atentamente y
cuidadosamente.
- Permitir la libre expresión de la persona, en primer
término.
- Transmitir la necesidad de aceptar lo ocurrido, pues ya no
se puede modificar.
- En un segundo momento, realizar una conversación limitada
y lo mas abierta posible. No excederse
en un “interrogatorio fiscal”.
- Realizar resúmenes periódicos de la exposición de la
persona: organización del pensamiento.
- Proveer información.
- Orientar en lo necesario pero evitando los “Consejos
Directivos”
- Aceptación de las personas tal y como son, respetando su
dignidad y sus derechos.
- Empatía, que significa ponerse en el lugar del otro,
comprender lo que le está sucediendo.
- Crear una atmósfera cálida y humana alrededor de la
víctima.
- Posibilidad de desarrollar reuniones grupales con diversas
personas que pasaron por lo mismo.
- Desarrollo de actividades para el manejo del estrés.
Recopilación de información de:
By,
KRAD Noviembre 2013